Lo hice como homenaje a ese maravilloso idioma que nos vale para entendernos centenares de millones de personas, ese castellano que en cada zona tiene un "deje", una "tonadilla" o, incluso, semántica, un léxico o una pragmática o pragmalingüística, distintas según en qué parte del Mundo nos encontremos.
Nuestro idioma es una "selva virgen" alimentada, en su crecimiento, por miles de autores que fortalecen cada parte del lenguaje. Nuestra lengua enamora, atrae, cautiva y muchos otros etcéteras que la hacen única por su diversidad, por esa capacidad de decir lo mismo construyendo frases de distintas formas, con distintos sustantivos o adjetivos.
Dicho esto, les diré que hoy me encuentro más eufórico que otros días, porque mi trabajo en la calle me va mostrando una España, la real, cada día más ocupada en generar actividad. Desde los sectores más complejos nos llegan esas aperturas, modificaciones, cambios, dispuestos a "romper la barrera del..." no sabemos bien qué, pero con muchas ganas de multiplicarse en los próximos meses. Es cierto que algunas empresas han quedado seriamente tocadas con esta crisis de la Pandemia, no se podrán recomponer, pero hay una mayoría que ha resistido y va a plantar cara al futuro. El Gobierno quizá sea un obstáculo más que una ayuda, para algunos.
Entre las cosas sucedidas esta semana, les diré que me ha sorprendido que Iván Redondo salga a "echar un capote" a su Presidente. Lo nunca visto, un asesor lanzándole "salvavidas" a su cliente. Esto denota que se están haciendo cosas poco explicables...
En cuanto a la Pandemia hemos de decir que los números, ese concepto frío de la estadística, nos arrojan una incidencia de 125 contagios por cada 100.000 habitantes, mientras que el número de fallecidos en las últimas 24 h. ha sido de 33. Cada fallecido es una pérdida irreparable, pero es verdad que los números son alentadores, porque parecen llevarnos a una cierta "normalidad". Por cierto ¡qué fuerte lo de Iván Redondo, no hago más que pensarlo!.
Felipe González nos dejó, esta semana, en "El Hormiguero", una entrevista llena de sentido común, en todo y eso que yo no soy socialista, pero entiendo, al menos, lo que dice y comprendo su coherencia. Quizá me gusta escucharlo porque los años nos permiten hablar con cierto "peso", por eso también me gusta escuchar a Alfonso Guerra, por ejemplo, que en sus momentos de protagonismo político, no me gustaba nada... ¡Madre mía, yo creo que Iván Redondo no hubiera tenido cabida en otro tiempo político!
¿Y lo de correos? ¿Le ha gustado a usted la campaña de "sellos negros"? Igual la ha preparado Iván Redondo también. ¡Por Dios, no sé de donde sacan las ideas! Resulta que quieren luchar contra el racismo, dándole a los sellos un valor, cuanto más oscuro menos valor. ¿Usted lo entiende? Yo no lo entiendo.
Para los aficionados al deporte, sobre todo al fútbol, los días presentes y los venideros traen cambios, de entrenadores, de jugadores y quizá hasta de presidentes. Cambios, cambios, que son necesarios para que todo... siga igual. Se va Zidane, dudamos de si se queda Sergio Ramos, nadie da un "duro" por Koeman, en fin, todo muy entretenido. Esperamos con ansia las explicaciones de Iván Redondo.
Los viernes deben ser celebrados en las empresas, deberían tener un momento de exaltación de los éxitos conseguidos en los últimos días, con un vino de protagonista, alrededor del cual aparezcan los comentarios y se regeneren las "empatías" en el equipo. Si no lo han hecho nunca, pruébenlo.
Feliz fin de semana. "La reflexión sobre la vida pasada es la mejor materia prima para construir el futuro" (Sergio Morales)
#cronicadiaria
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