Bueno ya saben ustedes que el Ministro de Consumo, que no sabemos qué consume para decir las cosas que dice, ha propuesto que "dejemos de comer carne". Esto a los ganaderos españoles les ha parecido genial, como ustedes se pueden imaginar. No sabemos si ha hecho las oportunas consultas con la Conferencia Episcopal, que ya tiene esta propuesta, desde hace siglos, para el tiempo de Cuaresma.
Garzón, ese muchacho de las ocurrencias, tiene un especial interés en arremeter contra los sectores productivos, hace muy poco lo hizo contra el sector del Turismo, con unas declaraciones que denotaban ese perfecto desconocimiento que tiene de la economía española. Además, se ve motivado por su hermano, que es economistas y que también le secunda en algunas explicaciones que han dado la vuelta a España, en relación con la "creación del dinero para todos".
El Ministro Planas, el propio del sector, porque es el de Ganadería, Pesca y Alimentación, ya ha intentado "corregir" lo que dice el de Consumo que, recuerden, anteriormente sólo era una Dirección General que dependía de éste.
¿Qué sentido tiene que un Ministerio hable de Alimentación y el otro, simultáneamente, hable de Consumo? ¿De verdad esto es serio?
Sin duda Sánchez debería reordenar sus Ministerios porque, de lo contrario, el ciudadano medio no sabrá qué hacer cuando llega a casa, si comer carne, si planificar vacaciones, si comprarse una bicicleta, si poner la lavadora, etc. etc. porque parece que nos quieren llenar la vida de LIBERTAD. Como sigamos así vamos a ser muy LIBRES, para hacer cada minuto lo que el Gobierno nos indique.
Hoy seguirán pasando muchas otras cosas. Por ejemplo, los ciudadanos italianos despedirán definitivamente a "Rafaela Carrá". Se nos fue esta grande de la televisión. Se nos fue el mismo día que se marchó el gran Tico Medina, periodista, escritor y cronista donde los haya. Van pasando las hojas finales del libro de una época llena de ilusión y vida.
Por cierto, Rafaela Carrá fue una defensora de la lucha del colectivo LGTBI, así es reconocida internacionalmente, lo que me da pie para decir, una vez concluida la semana del Orgullo LGTBI, que sigo pensando que hay conceptos que se ha atribuido la izquierda, que nunca los ha tenido y que pretende ahora que nunca los enarbolen otros partidos que no sean de su signo y, lo que es peor, lo asumimos como "verdad verdadera" y no veo poner ni un solo punto para explicar que los derechos y libertades de los españoles son valores de todos y nadie tiene derecho a impedirme que yo los defienda, desde el "color" político que me apetezca.
Antes de que éstos salieran a gritar en mitad de las calles, ya vivíamos muchos sin discriminar a nadie y poniendo nuestro granito de arena en ello, porque sabíamos que todos somos iguales. Lo hemos demostrado con hechos, aplicándolo en la vida real, en el día a día. Menos escándalo y más hacer, que eso es lo que "empapa" a una sociedad de respeto y convivencia, lo otro es puro teatro.
La incidencia del Covid-19 sigue subiendo, aunque no tiene reflejo en la ocupación hospitalaria, parece que hemos de ver al virus desde otra perspectiva. Yo sigo utilizando la mascarilla a todas horas, se me está quedando la piel magnífica.
Llega el momento de descanso, el fin de semana, que en Levante se traduce en ir a la playa a mojarnos un poco y a convivir con ese elemento tan saludable que es el mar.
No se compliquen mucho para hacer de comer. Si pueden, una buenas brasas y encima un buen chuletón de Ávila, cuando esté en su punto lo fotografían y se lo envían a Garzón,. ese Ministro que cuando va a Francia a los bares, se cree que todo el mundo lo conoce porque lo nombran (garçon).
"El respeto a los demás es el mejor cimiento de la igualdad" (Sergio Morales)
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