Agosto siempre ha llegado a nuestras vidas con ese halo de esperanza, búsqueda del descanso y de lo nuevo y sobre todo, apaciguar la intensidad de lo recorrido en el año.
Recuerdo que, como siempre he estado muy vinculado a los proyectos profesionales, he luchado por encontrar unos días que me permitieran despegarme del "escenario habitual", para adentrarme en tierras y climas para descubrir.
El Norte ha sido siempre un buen recurso. Mejores temperaturas, verdes pastos y una gastronomía distinta a la habitual, a la que en Levante estamos acostumbrados a tener.
Recuerdo que, en Monforte de Lemos, un camarero de un restaurante nos dijo que había hecho la mili en Alicante y que había pasado mucho hambre, "... porque ustedes sólo comen ensalada y arroz" nos dijo. Efectivamente, ellos comen de otra forma, tan es así que no conseguí acabar ningún plato en aquel viaje.
Ahora estamos en pandemia, pero hace años, lo habitual en Elche era trabajar los primeros días de agosto, después todos focalizados en la Fiesta que nos conduce hasta el Misteri y después, todos a descansar en Santa Pola, hasta final de mes, porque la "maquinaria del calzado" había que ponerla en marcha nuevamente para seguir en este competitivo mundo.
Yo sigo haciendo lo mismo, año tras año, trabajo los primeros días de agosto y luego encamino mis pasos para la Virgen del día quince y después... intento descansar, aunque sea con fines de semana largos. Me gusta mi trabajo, el trato con el cliente, los proyectos nuevos... no lo puedo remediar y eso tiene un pequeño coste, el tener vacaciones de otra forma.
Hoy he visto una estadística que hablaba de que este año no cerrarán todas las empresas en agosto, sólo lo harán una de cada cuatro. Después de "el pandemiazo", no tenemos muchas ganas de dejar huecos por los que se nos vayan clientes.
En la provincia de Alicante, cada vez son más las que deciden mantener turnos de vacaciones para atender cualquier necesidad de su mercado. No olvidemos que nos estamos globalizando todos y eso nos obliga.
El comercio remonta, poco a poco, así que no pidamos a las tiendas que cierren por vacaciones, todo lo contrario, deben "abrir por vacaciones". El mercado inmobiliario empieza a crecer nuevamente y esto es una oportunidad de recuperar el espacio perdido y así podríamos hablar de un sinfín de sectores y casos.
Si tienen la oportunidad, planteen algo extraordinario, viajes cortos pero intensos, experiencias inolvidables. No hace falta gastar mucho dinero, hace falta disfrutar mucho de cada minuto.
Mientras lo planean pueden disfrutar de un vino de Alicante, Finca Sellés puede ser una buena elección y adornen unos tomates cortaditos con algo de salazón y encurtido, cualquiera de nuestros Mercados Municipales será un punto de encuentro con el mejor producto. Con "vino y viandas", seguro que serán mucho más creativos. Si pueden viajen acompañados de otras parejas, porque compartir multiplica el valor de cualquier experiencia.
Les dejo con mis mejores deseos para el tiempo de vacaciones.
"No te permitas ni un minuto de la vida sin "salpimentar" con AMOR" (Sergio Morales)
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