Buenos días. Feliz fin de semana, cuando tocamos el ecuador de julio. Sin querer hemos consumido prácticamente el treinta por ciento del verano. Ya estamos en la segunda operación "salida", coincidente, además, con fin de semana. Lo cruel de estas operaciones veraniegas es que conocemos hasta el número aproximado de accidentes y muertes que se van a producir, lo que no sabemos a quien le va a tocar. Esto me recuerda aquellas primeras clases de estadística, llevadas a la sociología, en las que nuestro ilustre profesor nos decía que, gracias a la estadística, somos capaces de decir qué puede suceder en los próximos meses en la sociedad, pero no podemos decir qué le puede pasar a cada miembro de la misma porque eso es "videncia" y es mentira, en clara alusión a los que viven del cuento.
En pleno verano, el calor se adueña de las calles. Ahora oímos y leemos, en los medios de comunicación, que hay "olas de calor", cuando yo era niño, décadas atrás, simplemente oías o leías, que había llegado el verano. Se ve que las cosas están cambiando. Quiero aprovechar para felicitar a todos los "veganos", porque imagino que celebran su fiesta en estos días... (léase como una tontería cualquiera).
Desde mi anterior crónica, han sucedido muchas cosas. Se ha celebrado el fin de semana con la fiesta del "orgullo gay", han terminado los sanfermines, con el "orgullo pamplonica", se celebró el debate del estado de la Nación, con el "orgullo de la izquierda", los montes españoles arden en diversos puntos, se nos acaba el "orgullo por nuestra naturaleza" como sigamos así y seguro que cada uno de ustedes ha vivido muchos otros episodios que merecen su "orgullo".
Sigo pensando que el exhibicionismo que muestra la fiesta del orgullo gay o LGTBI..., es innecesario, se trata de un exceso que, en cualquier otro ámbito nos parecería una aberración. Se me ocurre que podríamos celebrar el día del "orgullo del autónomo", que es un motivo más que suficiente para dejar "al descubierto" nuestras fortalezas y nuestras debilidades como colectivo, además de ser un número bastante más notable, creo yo, que el de los LGTBI...
El debate del estado de la Nación dejó claro que el Gobierno ha tomado un camino más a la izquierda todavía. Siempre he dicho que a la izquierda le interesa que haya pobres, porque son su "cliente objetivo". Ustedes, que seguro que de marketing entienden un poquito, tendrán claro que a un productor de electricidad le interesa que haya electrodomésticos en las casas, a un librero le interesa que haya personas que les guste leer, a un verdulero le interesa que haya consumidores de verdura, etc. etc. Pues a un partido de izquierda le interesa que haya personas que necesitan subsidios porque eso es en lo que ellos son especialistas, en dar subsidios, cuantos más mejor. En estos días hemos oído al Presidente decir que van a tener ayudas los viajan en "cercanías", los que son jóvenes, los que están en desempleo, los que no pueden pagar la electricidad, los que no pueden pagar el colegio, los que se quieren emancipar, etc. etc.. Pero esos subsidios los tiene que pagar alguien y son los que producen, y éstos, cada día, se ven más ahorcados por los impuestos, porque los impuestos son necesarios para recaudar más, para poder dar más subsidios. Es lo que el PSOE ha llamado la redistribución de la riqueza, que traducida al idioma normal y corriente de la calle significa: "El que se esfuerza cada mañana, de cada día, tiene que esforzarse más, para que los que no trabajen tenga asegurado su pan", sin tener en cuenta que en el caso de autónomos y pymes, nunca tenemos cierto el mañana, pero sí se lo hemos de asegurar al resto. No olvidemos que el 72% de las empresas españolas son pymes, no es una broma y millonarios creo que hay "dos", contando a Amancio Ortega.
Les ha venido, al Gobierno, la feliz idea de poner impuestos especiales a la Banca y a las empresas de energía, pensando que éstas no van a repercutir el impuesto a sus consumidores. No sé de que escuela de parvulitos han traído a estos "gobernantes".
Yolanda Díaz ha visto cómo el Presidente Sánchez la ha adelantado por la izquierda, justo cuando ella acaba de empezar ese "proyecto político" que se llama SUMAR. Quizá le ha puesto ese nombre porque tal y como está la educación, va a ser la única operación compleja que pueda realizar cualquier español de bien.
Se aprobó la Ley de Memoria Democrática. No me gusta. Pero verán, no me gusta por un principio del Derecho y lo entenderán enseguida. La Ley declara ilegal el periodo franquista. Pero obvia que en el periodo franquista había un marco legal, es decir, un marco en el que se establecieron nuevas leyes, se modificaron otras y se pusieron las bases sobre las que después se ha asentado el actual marco legal, por ejemplo, una de las que sirvió para que se asentara el actual marco legal, fue la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado. Lo que se hace en un periodo ilegal, puede ser elevado a "ilegal" en su totalidad, por lo que sólo tendría cabida la legislación del periodo legal anterior. Así se pueden ir atacando las bases del actual Estado de Derecho, revirtiendo la voluntad de la Transición, la creación de la Monarquía Parlamentaria, nuestra propia Constitución, etc. etc. Siempre tuve la sensación de que, desde la época de Zapatero, había crecido en España la idea de volver a la Segunda República y que se estaban buscando los medios. Se acaba de crear una Ley que nos puede conducir a ello, a establecer que el franquismo fue una etapa de paso, y que debemos volver a lo que quedó en suspenso mientras estuvo Franco en el poder. ¿Entienden mi preocupación? No es lo mismo declarar que no estamos de acuerdo en cómo el anterior Jefe del Estado llegó al poder, que declarar ilegal todo su periodo. Esto, desde el punto de vista del Derecho, puede traer consecuencias muy graves.
A todos nos preocupan los montes españoles, parece que el calor se ceba con ellos y cuando escribo estas letras hay varios puntos gravemente afectados en España, entre ellos Monfragüe. La falta de limpieza de las zonas forestales, es un peligro. Hace décadas, los habitantes de los pueblos colindantes a los montes, subían semanalmente a recoger leña para sus chimeneas y eso que ahora llamamos barbacoas, que entonces eran sus cocinas y hornos. El ganado visitaba las zonas en las que había restos comestibles para ellos y así la limpieza se realizaba de una forma natural. Hoy todo eso desapareció, lo primero, las personas, porque los pueblos han quedado deshabitados y, los pocos habitantes que hay, utilizan el butano o la electricidad; lo segundo por la misma razón, fruto de la falta de habitantes, hay menos ganadería y la vida del pastor es una vida poco cómoda, aun así alguno queda.
El calor nos trae algunos inconvenientes, pero también tiene sus ventajas. A mí me gusta disfrutar de los aromas de la fruta que, con estas temperaturas, salen a dominar las cocinas. El olor a melocotón, a ciruelas, a albaricoques, etc. etc. se apodera de los espacios dedicados a las viandas. Cuando uno vierte vino en una copa, con el calor, pasa lo mismo, éste se atempera y surgen todos los olores que lleva escondidos, dejándose ver en su forma más rica de matices. Disfrútenlo, no todo puede ser quejarse.
Que la vida no les conduzca nunca a la indiferencia.
Como siempre, servidor de ustedes... Sergio Morales Parra
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